8

mar 2024

El feminismo Sindical como motor de transformación Social

8 de Marzo de 2024. Elvira Hernandez Toledo, Secretaria de mujeres y Juventud de CCOO Canarias.

Hoy es un día reivindicativo y combativo. El Día Internacional de la Mujer del 8 de marzo fue reconocido de manera oficial por las Naciones Unidas en 1975. Se eligió esta fecha por una histórica huelga de mujeres en 1917 durante la Revolución Rusa. Miles de mujeres se pusieron en huelga hace más de un siglo para reclamar pan y paz, pero también derechos de participación política y con su movilización acabaron consiguiendo el derecho al voto y otros muchos derechos sociales.


Debemos saber de dónde venimos para saber hacia dónde queremos llegar.El feminismo está siendo el mayor motor de transformación social. Por eso el empeño de las facciones sociales más reaccionarias de condenarlo.

Dejamos atrás el 2023 que ha sido un año complicado para las personas trabajadoras. Complicado por las diferentes crisis (energética, de inflación, migratoria, de cuidados), complicado por la emergencia climática, especialmente dura en nuestra isla con los terribles incendios y ahora con la recientemente declarada emergencia hídrica. Y especialmente complicado por el aumento de las guerras y conflictos en el mundo.

Aprovecho para saludar a las compañeras palestinas y a reiterar toda la solidaridad de Comisiones Obreras con el pueblo palestino, y especialmente con las mujeres y

niñas palestinas que están sufriendo una situación de extrema violencia y vulnerabilidad y que en el conflicto armado carecen de asistencia médica en los partos y están mucho más expuestas a la violencia sexual.

En este contexto político internacional, si los poderes públicos no actúan con políticas decididas con perspectiva de género, las crisis pueden tener grandes repercusiones sobre las mujeres que pueden agravar las situaciones de desigualdad estructural.

En Canarias las mujeres seguimos teniendo un mayor riesgo de exclusión social y pobreza. Y en esto tiene mucho que ver nuestro propio sistema productivo, basado principalmente en el monocultivo del turismo masivo, que además de ser depredador de nuestro territorio y de nuestros re

cursos, reporta unos beneficios que se reparten muy desigualmente y en una gran proporción fuera de nuestras islas. El incremento del número de turistas no se traduce en una subida de los salarios de las personas que trabajan en hostelería. Y precisamente muchos de los trabajos precarios y peor pagados, como la limpieza o los cuidados, están asociados tradicionalmente a las mujeres y siguen estando claramente feminizados.

Ciertamente, las mujeres en Canarias hemos sido las principales beneficiadas de la subida del Salario Minino Interprofesional (de un 46% desde el 2018) pero persiste la brecha salarial, que desde Comisiones Obreras entendemos como la diferencia entre el salario medio anual de hombres y mujeres, y que es en Canarias la menor de todo el Estado: de 11,5%, frente a una media estatal de 18’6%,

Pero esto no es para tirar voladores, porque en Canarias tenemos junto con Extremadura los salarios más bajos de todo el Estado.

A esto hemos de sumar que las mujeres en Canarias también sufrimos una mayor tasa de desempleo: 18’5% de paro femenino en Canarias, frente a un 14’3% de paro masculina.

Esta desigualdad en el acceso al empleo (más temporalidad, más trabajo a tiempo parcial, menores salarios) se va acumulando a lo largo de la vida de las mujeres, agravando el riesgo de exclusión social y pobreza especialmente en las mujeres mayores, con pensiones especialmente bajas (la brecha de pensiones es del 32%, unos 273 euros menos al mes)

Y pesar de la reducción de la brecha, las mujeres trabajadoras en Canarias seguimos cobrando una media de 2.441 euros menos al año que los hombres. Esto tiene mucho que ver con la parcialidad, con las excedencias no remuneras por motivos de cuidados (que en un 88% de los casos siguen siendo solicitadas por mujeres y solo en un 12% de las ocasiones por hombres) y también con los pluses. De hecho, los complementos salariales explican 4 de cada 10 euros de la brecha salarial de género.

Como saben, en muchas auditorías retributivas en empresas en las que ustedes como representación legal de las personas trabajadoras han negociado planes de igualdad, nos encontramos con que los complementos que son otorgados con criterios discrecionales, sobre todo en puestos directivos, siguen beneficiando fundamentalmente a hombres.

Por otra parte, una persona trabajadora que además tiene que cuidar, no puede acceder a complementos como los de nocturnidad o de disponibilidad horaria, que son aparentemente neutros, pero que en la práctica están alimentando la brecha salarial de género porque en nuestra sociedad las mujeres seguimos asumiendo sobre nuestros hombros la mayoría del peso de los cuidados no remunerados y esto reduce nuestros ingresos.

Si no reforzamos la perspectiva de género a la hora de impulsar los mecanismos de protección social, nunca pondremos fin a esta discriminación social de las mujeres. La cuestión fundamental sigue siendo: ¿quién se encarga de los cuidados? Los roles patriarcales heredados, junto con la ausencia de servicios públicos universales y de calidad, provocan que las mujeres no podamos elegir y que se mantenga el reparto desigual de las tareas de cuidados.

Por eso desde Comisiones Obreras apostamos por las políticas de conciliación corresponsable. Para ello es imprescindible que las políticas públicas den a los cuidados el valor social que se merece.

Para concretar estas políticas con perspectiva de género hemos trasladado al Gobierno nuestra Propuesta de Pacto Integral y Estatal de Cuidados en la que apostamos, entre otras medidas, por reforzar el diálogo social en varias direcciones con cualificación, especialización y profesionalización de los sectores de cuidados; por promover más educación en igualdad; por la extensión universal de la educación de 0 a 3 años o por la asistencia extraescolar y ocio infantil, con especial atención a las familias monomarentales y a la infancia en situación de vulnerabilidad social.

También consideramos que es imprescindible desarrollar plenamente la Ley de Dependencia, con la financiación y los servicios públicos que requiere para su correcta implementación.

Desde las Comisiones Obreras reivindicamos un feminismo sindical. Tenemos que sentirnos orgullosas de ser la mayor organización social de todo el país que se declara en sus Estatutos como feminista y que lucha todos los días por trasladar estos principios a la práctica.

Como resultado de este compromiso, podemos afirmar hoy con orgullo que somos realmente un sindicato de mujeres y hombres. De hecho en Canarias la afiliación de mujeres es superior a la de los hombres en todas las islas, con una media de 54’16% de mujeres.

A nivel de representación legal de las personas trabajadoras, en Comisiones Obreras Canarias contamos hoy con 1750 delegadas (el 46’27% de nuestra representación). Y hoy formamos parte de la Comisión Ejecutiva de Comisiones Obreras Canarias 8 personas: 5 mujeres y 3 hombres.

Ayer regresé de Bruselas, de una formación organizada por la Confederación Europea de Sindicatos, con una veintena de sindicalistas de diferentes países europeos y quiero confesarles que allí me sentí muy orgullosa de que Comisiones Obreras fuéramos con mucha diferencia el sindicato con más nivel de afiliación y de representación de mujeres de los que estábamos presentes.

Por todo ello hoy, 8 de Marzo, desde Comisiones Obreras, como sindicato feminista, renovamos nuestro firme compromiso de seguir luchando contra la discriminación laboral de las trabajadoras en cualquiera de sus formas y negociando propuestas que mejoren las condiciones de vida de las mujeres.

Porque estamos convencidas de que:

La subida del Salario Mínimo Interprofesional es Feminismo

Reducir la Brecha Salariales Feminismo.

La reforma laboral es Feminismo

La reforma de las pensiones es Feminismo

La Negociación de planes de Igualdad es Feminismo

Y la lucha contra el acoso sexual y por razón de sexo en el trabajo es Feminismo.

Pero también es feminismo sindical romper con los estereotipos de género en el acceso al empleo, el impedir preguntas sexistas en las entrevistas de trabajo, el acabar con la penalización de la reducción de jornada, el conseguir permisos para las menstruaciones incapacitantes, el reducir la jornada laboral, el sensibilizar contra la LGTBIfobia y el implementar una prevención de riesgos laborales que sea acorde a los cuerpos y a las realidades de las mujeres.