29

jul 2025

Carlota de la Quintana: Pionera de la Medicina Pública y Médica del Pueblo en Canarias

29 de Julio de 2025. Alfredo E. Ramirez Anaya

En una época en la que las mujeres apenas accedían a la universidad y mucho menos a la ciencia, Carlota de la Quintana y López de Arroyave se abrió paso con firmeza. Nacida en 1909, esta grancanaria se convirtió en la primera médica especialista de Canarias y en la tercera de toda España, desafiando con su vocación y talento los rígidos moldes machistas y sociales de su tiempo.


A los 25 años ya había completado la carrera de Medicina y su doctorado, algo extraordinario para cualquier persona de la época, pero aún más para una mujer. Su afán por aprender la llevó a continuar sus estudios en Alemania y Suiza, centros de referencia médica en Europa. Aquella experiencia internacional forjó su perfil como profesional rigurosa y avanzada a su tiempo.

Cuando regresó a Las Palmas de Gran Canaria en los años 40, trajo consigo no solo una formación puntera, sino una firme vocación de servicio. Se convirtió en la primera doctora en ejercicio en Canarias, y muy pronto su consulta se llenó de pacientes de todas las edades y condiciones. Fue conocida como la médica de los pobres, porque nunca negó atención a quien no pudiera pagarla. Atendía a todo el mundo con la misma entrega, y muchas veces lo hacía sin cobrar, guiada por un profundo compromiso social.

Carlota fue también una figura clave en los inicios de la sanidad pública en España. En un momento en que el sistema aún se estaba gestando, ella ya practicaba una medicina orientada al bien común, accesible, humana y profesional. Su papel fue fundamental en el impulso y consolidación de una atención sanitaria más justa y universal.

La doctora de la Quintana no solo curaba cuerpos, también generaba confianza. Su consulta era un lugar donde el conocimiento médico se combinaba con la cercanía, la empatía y el respeto. Las anécdotas que dejó forman parte del imaginario colectivo, como aquella vez en que una madre angustiada le dijo:

—El doctor me ha dicho que mi niño tiene un gato enterito en el estómago...A lo que Carlota, con paciencia y cariño, respondió:—Lo que el doctor quiso decir es que su hijo tiene una gas-tro-en-te-ri-tis.

Historias como esta ilustran no solo su inteligencia, sino también su sensibilidad y su comprensión del entorno popular en el que ejercía.

Carlota de la Quintana fue una médica brillante, pero también una mujer adelantada a su tiempo, una pionera en la medicina pública, una profesional comprometida con su tierra y su gente. Su legado es el de una sanidad cercana, justa y vocacional. Una verdadera inspiración para quienes entienden la medicina no como un privilegio, sino como un derecho.